ESTE SITIO ESTÁ ABIERTO A CUALQUIER SER HUMANO QUE DESEE PARTICIPAR EN ÉL. MADÁ UN MAIL A discipulosjujuy@gmail.com Y SUBIREMOS TU PROPUESTA A LA BREVEDAD.
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¿Qué es esto?

Ontologicamente, este sitio sólo pretende compartir los trabajos filosóficos, artísticos, educativos, etc. de los Discípulos De Diógenes, un grupito de amantes de la filosofía que desde un remoto lugar del universo, que podría ser su centro, comparten las profundidades más oscuras de su ser con todo aquel lector que así lo desease.
Nacidos en el profesorado de Filosofía del Instituto de Formación Docente y Continua Nº5 "José Eugenio Tello" y guiádos por la sabiduría del espíritu inmortal de Inocencia (nuestra portera que merece el rango de Directora) ofrecemos a corazón abierto nuestras escazas producciones intelectuales. Esperamos sean de su provecho.

¿Quién era Diógenes?

Diógenes es un personaje muy particular dentro de la Historia de la Filosofía: vivía en un barril (como el chavo) y aseguraba que no necesitaba practicamente nada para ser feliz, puesto que era un militante de la desmaterialización de la vida humana.
Fué discípulo de Sócrates y su estilo de vida constituía una burla a las costumbres de la sociedad de su época.
Su estilo vagabundo y picarezco lo inmortalizó como uno de los pensadores más emblemáticos del Cinismo Filosófico.

¿Porqué ser un Discípulo de Diógenes?

Vivimos inmersos en un contexto netamente materialista, dónde el dinero y la tecnofilia desplazaron al pensamiento, los sentimientos y la espiritualidad de la vida cotidiana del hombre postmoderno.
Si te gusta pensar, vivir lo más libremente posible, desafiando las infundadas normas sociales (en su mayoría burguesas), y lo más importante: consideras que el despojo de bienes materiales es el camino para la liberación del ser humano ¡Eres un Discípulo de Diógenes!
Bienvenido a la eterna felicidad de teniendo nada tenerlo todo.

¿Cómo utilizar este sitio?

Para compartir nuestras ideas, puedes hacerlo temáticamente o por autor (célebre o Discípulo) en la sección "Lo que Hay" a la derecha de tu pantalla.
También puedes acceder a los mismos documentos por su título, en la sección "Nuestros Archivos".
En la sección "Libros digitales" podés consultar y también bajarte numerosos libros de filosofía y de interés general. Sólo tenés que seguir las instrucciones (están en inglés).
"Información en la red" contiene enlaces a otras páginas de internet que nos brindad información sobre una temática en particular, relacionada con los temas a tratar en nuestros encuentros.
"Enciclopedias Virtuales" también contiene enlaces a páginas especializadas en filosofía, muy didácticas en su consulta.
"Sitios Amigos" es una lista de blogs de aquellos que forman parte implícita o explícitamente de D3.
Para formar parte de esta gran familia, mandá tu escrito a discípulosjujuy@gmail.com especificando tu nombre, el nombre del autor o los autores de los que hablás (en los casos pertinentes) y la disciplina filosófica o la temática principal que se aborda en el archivo.
No te quedes sin compartir tus ideas ni te olvides de realizar libremente comentarios en las entradas que leas.
¡Gracias por visitar el sitio de Los Discípulos De Diógenes!

Un ejemplo para los niños

sábado, 25 de julio de 2009

SUSPENSIÓN MOMENTÁNEA DE ACTIVIDADES

Debido al receso invernal y las medidas adoptadas por el gobierno ante le epidemia de gripe A, Los Discípulos De Diógenes suspendemos nuestras actividades hasta nuevo aviso.
Nuestras reuniones seguramente se reanudaran cuando la situación sanitaria de la provicincia logre estabilizarse. Hasta ese momento, recomendamos seguir con las lecturas de Sócrates, tema de nuestra próxima reunión.

martes, 30 de junio de 2009

¡SEGUNDA REUNIÓN!

Este sábado, a las 18:00 horas, en la Shell de la avenida Urquiza, nos reunimos por segunda vez para filosofar un rato. Vamos a charlar sobre Sócrates y otras yerbas, así que estan todos invitados. Para leer alguito o más info buscarla en este blog. ¡Los esperamos!. D3.

¡SE REALIZÓ LA PRIMERA REUNIÓN!

Los primeros Discípulos

A las cinco de la tarde, entre fútbol y mates, nos reunimos por primera vez Los Discípulos de Diógenes. Entre las charlas y porpuestas (análisis del decreto 2613, situación educativa del profesorado Tello, estudio y debate de los Presocráticos, recomendaciones generales, etc.) sobresalieron dos propuestas:
  1. Javi Ulloa nos presentó el primer CD de D3, un DVD que compila películas, enciclopedias filosóficas, libros en formato digital, entre otros materiales interesantes.
  2. Dani Luna propuso que las reuniones temáticas siguan una línea histórica, como si fuera un curso de filosofía interractivo, llevado a cabo por todos.

Para facilitar el contacto entre nosotros, publicamos la lista de direcciones de los presentes en la primer reunión:

Daniel Eduardo luna: delunita@hotmail.com

Nahir Valeria Churquina: yo-vale@live.com.ar

Mariano Medina: turumedina@hotmail.com

Javi Ulloa: javy__ulloa@hotmail.com

Juampi Alba: juampialba7@hotmail.com

D3: discipulosjujuy@gmail.com

¡Los esperamos a todos en la próxima reunión!

sábado, 30 de mayo de 2009

SÁBADO 6 DE JUNIO:PRIMERA REUNIÓN

Arrancan las locuras de Los Discípulos De Diogénes

El próximo Sábado 6 de Junio, a las 17:00 Horas en la estación de servicio Shell ubicada en avenida Urquiza esquina Otero (frente a la Vieja Estación), se realizará la primera reunión de este desopilante grupo de filosofillos jujeños.
Para participar, sólo tenés que venir a la hora y el día convenido, y ser amante de la filosofía, o, aunque sea, su simpatizante.
El proyecto persigue, como idea inicial, poder juntarnos una vez por mes, (todos los primeros sábados de cada mes), para compartir lecturas, debatir ideas, proponer actividades, etc. que incluyan temáticas filosóficas (¿qué temática no puede ser abarcada filosóficamente?), con el objetivo de compartir y producir conocimiento trabajando en grupo.
Las reuniones, como propuesta inical, contaran con tres momentos:
  1. Presentación y socialización de las actuales lecturas que estemos realizando, o recomendación de libros y autores, etc.
  2. Debate del "tema del mes" propuesto.
  3. Espacio abierto para la propuesta de otras actividades y organización de la próxima reunión.

La idea es que las reuniones vayan progresando, poco a poco, hasta poder incluir videos, películas, asistencia a congresos, organización de eventos, etc. y hasta conseguir un lugar propio donde reunirnos (para no depender de la "generosidad" de un negocio capitalista que nos "haga el aguante" de manera "económica")

en esta primera reunión, proponemos tratar el tema "Los Presocráticos" (podés abordarlo de manera libre, leyendo a uno de ellos, debatiéndolos, refutándolos, relacionándolos, etc. o simplemente viniendo a escuchar y participar sin ninguna lectura previa) Encontrarás información de cada temática en nuestro blog www.discipulosjujuy.blogspot.com, en el apartado "información en la red".

Queremos escuchar tus sugerencias, te esperamos el próximo sábado o mandanos un mail a discipulosjujuy@gmail.com. También podés comunicarte a los teléfonos 0388-154095924 ó 0388154717685.

Una aclaración IMPORTANTE: ES GRATIS. Sí, leíste bien, es GRATIS. En serio, todavía quedan cosas gratuitas en este mundo. No hay trampas, ni donaciones voluntarias, ni nada, sólo ganas de compartir filosofía. ¿Te prendés?

HACÉ CLICK EN LA IMAGEN:


viernes, 13 de marzo de 2009

ENSAYO SOBRE LA VERDAD 1° AÑO DE FILOSOFIA

El tema a desarrollarse es en relación a la verdad, y a la posibilidad de llegar a conocerla.
Por ser un tema tan amplio el mismo se delimitara a algunas palabras de algunos filósofos, los mismos serán considerados de acuerdo a su posible entendimiento.
¿Existe algo en este mundo que sea ¿totalmente verdadero?, ¿La verdad estará fuera de nuestro alcance?, estas preguntas que se hace el ser humano fueron tratadas de resolver durante toda la historia, sin ninguna respuesta certera que se haya logrado mantener más de unos cuantos siglos. Esta cuestión será punto de partida para tratar de resolver la misma.

¿ES POSIBLE CONOCER LA VERDAD?

Este cuestionamiento se lo hicieron distintos filósofos durante toda la historia, y para su respuesta es necesario exponer algunas afirmaciones de algunos de ellos para así de esta forma elaborar nuestra propia idea.
Para empezar a exponer los pensamientos de algunos filósofos en relación a esta pregunta, voy a comenzar con la extracción de un poema:

Las yeguas que me llevan hasta donde mi deseo quiere llegar / me acompañaron después de haberme conducido y puesto sobre el camino que dice muchas cosas, / que pertenece a la divinidad y que lleva todos los lugares al hombre que sabe. / Allí fue conducido.
En efecto, allí me condujeron sagaces yeguas/ tirando de mi carro, y unas niñas indicaban el camino. / El eje de las ruedas lanzaba un silbido agudo, / inflamándose (en cuanto era comprimido por dos rotantes/ círculos de una parte a otra) cuando se apresuraban en el curso de su acompañarme / las niñas Hijas del Sol, después de haber dejado las casas de la Noche, / hacia la luz, quitándose con las manos los velos de la cabeza.
Allí está la puerta de los caminos de la Noche y del Día, / con un arquitrabe y un umbral de piedra a ambos extremos; / y la puerta erigida en éter está cerrada por grandes batientes, / y de ella la Justicia, que tanto castiga, tiene las llaves que la abren y la cierran.
La niña, entonces, dirigiéndole suaves palabras, / con prudencia la persuadieron para que el pestillo del cerrojo / sin demora retirase de la puerta. Y ésta, abriéndose inmediatamente, / produjo una vasta abertura de los batientes, haciendo rodar / los quicios en sentido inverso, los broncíneos ejes / fijados con clavos y roblones. De allí, inmediatamente, a través de la puerta, / derecho por la calle maestra las niñas condujeron carros y yeguas.
Y la diosa de buen ánimo me acogió, y con su mano mi mano derecha / tomo y empezó a hablar así y me dijo: / “Oh joven, tu que, compañero de inmortales guías, / con las yeguas que te traen llegaste hasta nuestra morada, / alégrate, puesto que no una infausta suerte te ha llevado a recorrer / este camino (de hecho, esta fuera de la vía andada por los hombres), / sino la ley divina y la justicia”
“Es preciso que todo lo aprendas: / y el sólido corazón de la muy precisa Verdad / y las opiniones de los mortales, en las que no hay una verdadera certeza. / Sin embargo, también esto aprenderás: como las cosas que aparecen, / era necesario que verdaderamente fuesen siendo todas en todo sentido.”

Esta metáfora es de Parménides (540a.c -), a partir de ella podemos decir que este filosofo pensaba que es posible llegar a la verdad pero que esto solo lo podemos hacer mediante el esfuerzo y además no todos podemos llegar a el. Como vemos es la metáfora de un viaje, de cómo el hombre normal que en su vida se deja llevar por los sentidos y a través de un largo camino conducido por unas niñas, el pensamiento, llega a las puertas de la verdad y en donde se le es permitido pasar no sin dificultad. Es el paso de la oscuridad a la luz.
Esta explicación, algo mitológica por parte de Parménides es algo parecida al mito de la caverna de Platón, esto debe ser por que el mismo era un admirador suyo.
Otra idea muy importante en la historia es la de los sofistas, específicamente la de Protagoras (480 – 420 a.c). Este pensador consideraba que no hay leyes eternas ni verdades objetivas, sino solo opiniones. Y a partir del dialogo podemos elegir la mejor opinión, la más útil. De este modo vemos como no es posible conocer la verdad, ya para el mismo ni siquiera existe.
Otro gran filósofo es Pirrón, el cual inicia un movimiento filosófico que es el escepticismo o en su honor llamado pirronismo. Esta corriente sostiene que es imposible determinar que un juicio sea verdadero o falso, debido a que no se puede llegar a un juicio universal e indiscutible. Por eso se considera que el comportamiento que debe tener una persona es la abstención de opiniones, suspensión de todo discurso.
Se incluye a este personaje por que a partir de su idea se nos demuestra que para todos los escépticos tantos antiguos como modernos seria imposible alcanzar la verdad absoluta.
Nicolás de Cusa (1401 – 1464), Alemán, trabajo en la iglesia.
Este pensador considera que conocer es establecer una proporción entre lo que se conoce y lo que se quiere conocer. Por esto el proceso de conocimiento es lento, gradual, ya que no podemos ir mucho más allá de nuestro nivel de conocimiento. El además piensa que la mente humana nunca poseerá la Verdad. Esta es como un polígono inscrito en un círculo: por más que se aumente el número de lados del polígono, nunca coincidirá con la circunferencia. Es decir, que no importa cuanto aumentemos nuestro conocimiento, capacidad intelectual, la verdad es absoluto, único y no relativo, que escapa a la comprensión humana.
Al ya tener algunas respuestas en la historia de este problema, el siguiente paso es conceptualizar el termino de verdad.
En Johannes Hessen encontramos un concepto de verdad. “la verdad del conocimiento solo puede consistir, por ende, en la producción correcta –conforme a las leyes- del objeto, esto es, en que el pensamiento concuerde con sus leyes”. Otro concepto nos dice, La verdad es la convicción basada en argumentos racionales, incluso cuando estos parecen en total contraste con las evidencias sensibles. Estas definiciones son en relaciones a juicios personales, es decir que un argumento es verdadero si cumple con estas pautas, pero lo que tratamos de averiguar es si podemos llegar a conocer “LA VERDAD”, la única, aquella que no puede ser sometida a cambios, refutaciones, etc. Porque para mi no existen distintas verdades sino que hay una sola, la cual se expresa en cierto sentido, en los juicios racionales que expresa cada hombre, es decir que aquellos que elaboren estas convicciones están exponiendo o no un conocimiento verdadero, que seria un acercamiento a la misma.
Aquí hay que detenerse para explicar que universalmente el hombre al referirse a un objeto, causa, situación, etc. Lo hace de dos formas una es exponiendo una mera opinión y la otra es a partir de un argumento racional.
La primera se basa en el conocimiento vulgar, es decir, el conocimiento que se puede tener de algo sin conocer sus causas. Por ejemplo: yo conozco las nubes, pero no se como se forman, de cierto modo ignoro la misma, y al referirme a este termino estoy reflejando una opinión.
La segunda tiene origen a partir del conocimiento científico, es decir, del cual se conocen sus causas próximas. Por ejemplo: si yo conozco el hecho (nubes) y no solo eso sino también el porque, puedo justificarlo y defenderlo contra la duda, supone la reflexión y el razonamiento, estoy exponiendo un argumento racional, y un conocimiento verdadero, ya que genera certeza, es general y es metódico.
En pocas palabras se podría decir que a partir de un argumento racional tenemos un conocimiento verdadero, estoy de acuerdo con esto en parte, ya que para mi todo lo que el hombre expresa en la vida en base a un conocimiento vulgar, no puede ser verdadero y por el contrario lo que expone en base a un conocimiento científico puede ser verdadero o no. Esto lo creo así ya que para que un argumento racional sea verdadero, no tiene que existir la posibilidad de la refutación, de que sea comparable a otra cosa, de un cambio, y existen ciertas verdades objetivas en la historia que luego de mantenerse durante tanto tiempo fueron modificadas. Por ejemplo: en el siglo XVII se creía que la tierra estaba quieta en el espacio, que se encontraba en el centro del mismo y que el sol, las estrellas y los otros planetas giraban alrededor de el. Esta teoría tenia siglos de imponerse en la ciencia pero justo en ese momento surgió un filosofo (Galileo Galilei) que creía que esto no era así y a partir de sus propias investigaciones descubrió que la tierra giraba alrededor del sol. La Iglesia y los grandes pensadores de esta época obligaron a Galileo que comunique públicamente que estaba equivocado, debido a que por estos tiempos decir algo que no coincidía con lo que la iglesia planteaba como verdadero era un delito. Debido a esto la verdad no pudo ser revelada y durante mucho tiempo no se supo nada pero, con la aparición de nuevos instrumentos y estudios más profundos se pudo demostrar el error y dar paso a una nueva teoría. .
Entonces puedo decir que para mi existe la Verdad, la cual seria única, idéntica a si misma, homogénea. Pero ¿no es posible llegar a conocerla?,claro que somos capaces de ello, a partir del uso del intelecto de tener certezas, de poseer conocimientos verdaderos, pero no importa todo los conocimientos que poseamos, todas las definiciones y teorías que sepamos, ya que “LA VERDAD” es algo mucho más grande que esto.
El punto esta en saber distinguir de cada conocimiento que se adquiere, su esencia, ya que así puede ser que algún día lleguemos a conocer la esencia de LA VERDAD.

EL TRABAJO DE ETICA SUBIDO ANTERIORMENTE TIENE EL TRABAJO DE ORWELL GEORGE
Ética:
IMMANUEL KANT

Introducción
En el presente trabajo se pretende exponer los aspectos más importantes sobre la ética de Kant, teniendo en cuenta los conceptos principales de su cuerpo doctrinario.
Para llevar a cabo este trabajo se recurrirá a la lectura de manuales de filosofía, donde se exponga con claridad y precisión cada tema desarrollado de la ética de Kant, y también la lectura de Metafísica de las costumbres.
“El trabajo surgió en primer lugar como un conjunto de osadías, el particular deseo de seguir en lo caminos de esta filosofía que todo lo que puede brindarme es puro enriquecimiento personal, develarme a mi mismo, responder y seguir preguntando”
En segundo lugar a partir de un interés objetivo, a partir de un conjunto de pregunta ¿En que consiste la ley moral? ¿Qué es el imperativo categórico? ¿Cómo se determina el valor ético de un comportamiento?
Desarrollo
Immanuel Kant nació en 1724 y murió en 1804, filósofo alemán, considerado por muchos como el pensador más influyente de la era moderna.
Nacido en Königsberg (Kaliningrado, Rusia) el 22 de abril de 1724, Kant se educó en el Collegium Fredericianum y en la Universidad de Königsberg. En la escuela estudió sobre todo a los clásicos y en la universidad, física y matemáticas. Tras la muerte de su padre, tuvo que abandonar sus estudios universitarios y ganarse la vida como tutor privado. En 1755, ayudado por un amigo, reanudó sus estudios y obtuvo el doctorado. Después, enseñó en la universidad durante 15 años, y dio conferencias primero de ciencia y matemáticas, para llegar de forma paulatina a disertar sobre casi todas las ramas de la filosofía.
Aunque las conferencias y escritos de Kant durante este periodo le dieron reputación como filósofo original, no se le concedió una cátedra en la universidad hasta 1770, cuando se le designó profesor de lógica y metafísica. Durante los 27 años siguientes continuó dedicado a su labor profesoral y atrayendo a un gran número de estudiantes a Königsberg. Las enseñanzas religiosas nada ortodoxas de Kant, que se basaban más en el racionalismo que en la revelación divina, le crearon problemas con el Gobierno de Prusia y en 1792 Federico Guillermo II, rey de esa nación, le prohibió impartir clases o escribir sobre asuntos religiosos. Kant obedeció esta orden durante cinco años, hasta la muerte del rey, y entonces se sintió liberado de su obligación. En 1798, ya retirado de la docencia universitaria, publicó un epítome donde se contenía una expresión de sus ideas de materia religiosa. Murió el 12 de febrero de 1804.
La filosofía de Kant, a veces llamada filosofía crítica, está recogida en su Crítica de la razón pura (1781), en la que examinó las bases del conocimiento humano y creó una epistemología individual.Además entre sus textos encontramos El único argumento posible para una demostración de la existencia de Dios (1763), Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime (1764), Metafísica de las costumbres (1787), Critica de la razón practica (1788), Critica del juicio (1790), Para una paz perpetua (1795), etc.
Conceptos fundamentales para su entendimiento:
La Ética de Kant es autónoma y formal:
AUTONOMA
porque la ley moral se impone por si misma, con una fuerza imperativa propia, sin condiciones y sin recurrir a ningún elemento exterior como fuerza obligante (heterónoma); debo hacer algo no porque Dios lo ordene, para alcanzar la felicidad o la vida eterna, sino por la fuerza autosuficiente de la ley moral
FORMAL:
un acto es bueno o malo moralmente no por su contenido mismo o por las consecuencias, sino por el acto mismo, por el querer que guíe la acción y su adecuación a una ley de validez universal. La ética formal defiende que un criterio meramente formal nos permite decir si una conducta es buena o mala, nos permite separar o delimitar las conductas buenas de las malas; este criterio consiste fijarse en posibilidad de universalización de la máxima.
Conciencia Moral:
es una actividad espiritual. Permite acomodar la acción a ciertos principios normativos. Permite hacer juicios morales de si mismos y de cuanto los rodea. Es conciencia que manda de modo absoluto, sin admitir ninguna condición:
La Voluntad:
Los calificativos morales no pueden predicarse de las cosas, que son indiferentes al bien o al mal, solo pueden predicarse del hombre.
Los predicados no corresponden a lo que el hombre hace sino a lo que quiere hacer. Si una persona comete un homicidio involuntario, evidentemente este acto es una desgracia, pero no puede calificarse de bueno ni de malo.
No se puede calificar ni al contenido de los actos, ni a la materia, sino a la voluntad del hombre.
La buena voluntad:
“Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, es posible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo una buena voluntad…. la buena voluntad no es buena por lo que efectué o realice, no es buena por su adecuación para alcanzar algún fin que nos hayamos propuesto; es buena solo por el querer, es decir, es buena en sí misma”[1]
El deber:
no es nada mas que la buena voluntad “si bien bajo ciertas restricciones y obstáculos subjetivos”, colocados bajo ciertos impedimentos que le impiden manifestarse por si sola. Porque el hombre no es un ente meramente racional, son también sensible: en el conviven dos mundos: el mundo sensible y el mundo inteligible. Por ello sus acciones están determinadas, en parte, por la razón; pero, de otra parte, por lo que Kant llama inclinaciones: el amor, el odio, la simpatía, el orgullo. La avaricia, el placer, los gustos, etc. De modo que se da en el hombre una especie de juego y conflicto entre la racionalidad y las inclinaciones, entre la ley moral y “la imperfección subjetiva de la voluntad” humana. La buena voluntad se manifiesta en cierta tensión o lucha contra las inclinaciones, como exigencia que se opone a éstas.
En la medida en que ocurre tal conflicto, la buena voluntad se llama deber. En cambio. Si hubiese una voluntad puramente racional, sobre la cual no tuviesen influencia ninguna de las inclinaciones, seria, en términos de Kant, una voluntad santa, es decir, una voluntad perfectamente buena. Y esta voluntad, por ser perfectamente buena, por estar libre de toda inclinación, realizaría la ley moral de, manera espontánea, digamos, no forzada por una obligación. Y por tanto para esa voluntad santa, el deber no tendría propiamente sentido: “el deber ser” no tiene aquí logar adecuado, porque el querer ya de suyo coincide necesariamente con la ley. En el hombre, en cambio, la ley moral se presenta con carácter de exigencia o mandato.
Así Kant puede distinguir cuatro tipos de actos, según el motivo. Para ello el siguiente cuadro puede ayudar:





Las acciones pueden ser hechas contrarias al deber, obro por inclinación. También nos encontramos con actos por inclinación (mediata o inmediata) de acuerdo al deber. Son hechas por inclinación cuando las hacemos porque nos parece que con ellas podemos obtener un bien relacionado con nuestra felicidad: en el caso de las que se buscan por inclinación inmediata porque la acción misma produce inmediatamente satisfacción; en el caso de las que hacemos por inclinación mediata porque con dichas acciones conseguimos una situación, hecho o circunstancia que produce satisfacción o ausencia de dolor. Estas dos ultimas son consideradas neutras, Sin embargo, las acciones hechas por deber se hacen con independencia de su relación con nuestra felicidad o desdicha, y con independencia de la felicidad o desdicha de las personas queridas por nosotros, se hacen porque la conciencia moral nos dicta que deben ser hechas.
El valor moral de la acción, entonces, no reside en aquello que se quiere lograr, no depende de la realización del objeto de la acción, sino que consiste única y exclusivamente en el principio por el cual se realiza, prescindiendo de todos los objetos de la facultad de desear. Este principio por el cual se realiza un acto, Kant lo llama máxima de la acción; es decir, el principio o fundamento subjetivo del acto, el principio que de hecho me lleva a obrar, aquello por lo cual concretamente realizo el acto.
Precisamente esto nos lleva a hablar de los Imperativos O mandatos. “Principios prácticos objetivos que describen cómo nos debemos conducir. Tienen carácter constrictivo”.
Por ello Kant recurre al Imperativo Categórico O imperativo apodíctico.
Mandato con carácter universal y necesario: prescribe una acción como buena de forma incondicionada, manda algo por la propia bondad de la acción, independientemente de lo que con ella se pueda conseguir. Declara la acción objetivamente necesaria en sí, sin referencia a ningún propósito extrínseco. Para Kant sólo este tipo de imperativo es propiamente un imperativo de la moralidad.
¿Como formula Kant ese imperativo, ese mandato que debe orientar nuestro obrar? KANT para ello recurre a varias formulas dentro de las cuales podemos encontrar:
Fórmula de la ley universal: "Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal"
Fórmula de la ley de la naturaleza: "Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, ley universal de la naturaleza"
Fórmula del fin en si mismo: "Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio"
Fórmula de la autonomía:"Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de fines"
Libertad
Capacidad de los seres racionales para determinarse a obrar según leyes de otra índole que las naturales, esto es, según leyes que son dadas por su propia razón; libertad equivale a autonomía de la voluntad.
La razón teórica no puede demostrar la existencia de la libertad pues solo es capaz de alcanzar el mundo de los fenómenos, mundo en el que todo está sometido a la ley de causalidad, y por lo tanto en el que todo ocurre por necesidad natural. Sin embargo, desde la perspectiva de la razón práctica, y si queremos entender la experiencia moral, cabe la defensa de la existencia de la libertad: si en sus acciones las personas están determinadas por causas naturales, es decir si carecen de libertad, no podemos atribuirles responsabilidad, ni es posible la conducta moral; de este modo, la libertad es la condición de la posibilidad de la moralidad, a la vez que la moralidad es la nos muestra o da noticia de la libertad.
“El mundo de la libertad es el mundo de la persona moral”
Conclusión.
La elaboración de dicho trabajo dejo algunas sensaciones en base a su formalismo, y también el aspecto riguroso a partir del cual me propuse trabajar.
La ética formal de Kant, busca de alguna manera una ley universal a partir de la cual se puedan solucionar todos los problemas de índole ético – filosófico. Esto lleva a plantearse si es posible dicha tarea, es decir lleva a un problematizacion ética.
El desarrollo explicito de las nociones centrales de Kant, genero un proceso de recuperación de contenidos éticos anteriores, generando así una tarea de aprendizaje.
La tarea no resulto difícil, debido a que existía bastante material didáctico a partir del cual trabajar, la bibliografía no genero ningún entorpecimiento del trabajo, tarea que se vio amenazada en lo cuantitativo con respecto a los temas a desenvolver, ya que existía una preocupación por no exponer todos los argumentos, y generar una confusión.
En general el trabajo fue favorecedor.
Bibliografía

§ Carpio, Adolfo. PRINCIPIOS DE FILOSOFIA. Una Introducción a su Problemática. 2° ed. 5° reimpresión. Buenos Aires: Glauco, 2004.
§ García Morente, M.: “Lecciones preliminares de Filosofía”, Losada, Bs. As. 2001.
§ Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos
§ Premio Príncipe de Asturias, Eduard Punset, entrevista a Antonio Damasio un
referente mundial en neurociencias. 23 ABR 08

[1] Carpio, Adolfo. pag. 280
PENSAMIENTO SUPER LATINOAMERICANO

En nuestros días es particularmente común que en el ámbito de las instituciones educativas de Latinoamérica se aclame una distinción entre un pensamiento europeo occidental, del primer mundo, o con el adjetivo que se le adjudique en contraposición a un pensamiento latinoamericano, propio, original, con estilo.
Este hecho singular pero no por ello de índole menor, se caracteriza por un enfrentamiento entre diferentes posiciones que partiendo de la exposición de desiguales postulados enuncian el aspecto puntual que servirá como criterio para la posterior distinción entre ambas ideas, y para luego su posterior justificación Entre un caudal infinito de corrientes, movimientos, ideologías, reflexiones, e inclinaciones podemos acreditar la existencia de teorías que desarrollan tanto implícita como explícitamente la cuestión :
¿Existe ya un pensamiento característico hispanoamericano?, ¿se concibe que una colectividad humana unificada por sentimientos, intereses e ideales comunes desarrolle su acción sin poseer alguna ideas generales?, ¿Cuales son los problemas que América esta llamada a establecer y resolver estos momentos?, ¿Existe o no la posmodernidad en América Latina?
Ahora bien aquí se ha de señalar que es indudable el hecho de que existen dos expresiones culturales diferentes Pero lo mas importante es que dicha actitud, conlleva consigo un acontecimiento cultural de suma importancia la aparición de un nuevo pensamiento y por ende un nuevo sujeto. Pensamiento que, de igual manera como en los escritos de Carpio sobre Marx donde se nos señala que
“así como hay un pasaje del modo de producción asiático al modo de producción antiguo, y del antiguo al medieval, y del medieval al burgués, también el modo de producción burgués deberá dejar paso a una nueva… sociedad comunista… a este le corresponde la función especial de redimir a la sociedad entera”. Es la emanación de un nuevo hombre, que es el que le da contenido a dicho pensamiento. Es decir que todo se reduce a un proceso dialéctico en la historia, donde en nuestros días nos encontramos con el pensamiento súper latinoamericano que es la expresión en contraposición a un pensamiento anterior, y en este pensar latinoamericano converge el pasado y en el se expresan errores y aciertos, tragedias y progresos, pero al final en su existir, su aparecer, emerge también un nuevo sujeto y la sociedad justa que siempre hemos esperado.
De esta manera lo que se enuncia aquí entonces es que cuando hablamos de pensamiento súper latinoamericano, en realidad estamos nombrando al gran y ultimo pensamiento, aquel que es dueño de la verdad, pero ¿porque? ¿Porque es el pensamiento súper latinoamericano el especial, distinto, dotado, elegido?
La respuesta es sencilla en el sentido de que ella misma es un continuo fluir que embellece todo lo que piensa. Lo que quiero decir es que no haría falta analizarla, pero a modo de ser lo más claro y explicativo posible se podría decir que: es entusiasta, con una justeza necesaria, no se hacen juicios sobre objetos, sucesos sin primero haber entablado una relación con los mismos. Lleno de idealización, espíritu soñador. Es aquel que tiene aceptación de si mismo y de la realidad y que en su voluntad encontramos trabajo hacia el bien general, y si ello implica el forjar ideas que se encuentran a la distancia de la realidad, no lo toma como evasión, negación, un tratar de escabullirse de la realidad (pesimismo) si no como lo que se debe hacer para generar un cambio radical (un gran optimismo).
Pero no es solo un idear alejado, sino que también es acción, para evitar transgresiones, se debe decir que no es lo uno ni lo otro, es un pensar- acción .Como expresa José Pablo Feindman en un capitulo de su programa (FILOSOFIA AQUÍ Y AHORA), en relación a Marx y lo expresado por este autor en su Tesis sobre Feurbach.
“La tesis 11 expresa acabadamente el pensamiento de Marx, Marx dice en su tesis sobre Feuerbach : Hasta ahora de un modo u otro la filosofía se ha encargado de interpretar al mundo de lo que se trata es de transformarlo, esta es la filosofía de la praxis, aquella que pone el pensamiento a la transformación de la realidad,… Marx no niega la filosofía”.
Con esta cita se trata de mostrar que en el pensamiento súper latinoamericano, no hay negación, distinción, parcelamiento sino integración. Por consiguiente no es totalmente teoricidad o practicidad, es lo uno y lo otro. Surge de donde se unen el trabajo intelectual y el manual. Es de algún modo el tratamiento sintético de todas las controversias que existen, es allí donde se encuentran los opuestos, es donde el pensar no esta encerrado en si mismo, sino en relación con el actuar. El trabajo no es algo externo al pensamiento, ya no es entendido como una espina que no concebimos como parte de cada uno de nosotros sino que es trabajo bello y con amor de acuerdo a nuestras aptitudes, vocaciones y con una disciplina que nos acerca un futuro deseado.
Es Intuición en el sentido de Bergson, es decir, que es ajeno a la ductilidad, la repetición y no permanece totalmente separada de la realidad, si no por el contrario es retorno de la inteligencia al instinto, es la solución a un gran conflicto en el cual “hay cosas que solo la inteligencia es capaz de buscar, pero que por si sola jamás hallará, solo el instinto podría descubrirlas, pero no lo hallará nunca.Es la aparición inmediata de una solución… es una iluminación del espíritu”.Es decir que es distintamente donde lo subjetivo se concilia con lo objetivo, donde nuestros cálculos metódicos, estructurales toman de la mano nuestras sensaciones, emociones y parten juntas hacia aquella verdad anteriormente imposibilitada para nosotros.
Es estilo, en el sentido de que no se queda con ser original y único sino que representa lealmente aquello que piensa, como diría Ingenieros “todo ritmo de pensamiento humano que alcanza expresión adecuada crea un estilo”. No recurre a su propia voz partiendo de los ideales de otros, no es la imitación de otro pensamiento, ni la adecuación a una moda. Es identidad de personalidad íntima y creativa, es donde encontramos la armonía de estilos bien marcados; el lógico que habla a la inteligencia y el afectivo que habla a los sentimientos, Para Nietzsche este pensamiento seria la congruencia entre Dionisio y Apolo símbolos de vida y muerte, fuerza vital y racionalidad, salud y enfermedad instinto e intelecto, oscuridad y luz, devenir e inmovilidad, ebriedad y sueño. También es la verdad más perfecta y preciosidad sentimental. El estilo en si consiste en adecuar la expresión a los pensamientos, es decir es la presencia del contacto entre nuestros sentimientos y los pensamientos, siempre y cuando los primeros no opaquen a los segundos sino al contrario que sirvan de ayuda.
Hasta aquí se han nombrado varias características por las cuales el pensamiento súper latinoamericano, es una superación del pensamiento mismo: entusiasmo, optimismo, espíritu soñador, etc. Pero en este planteamiento se expresa algo de suma importancia, no es solo esto sino que hay una fuerza, impulso, ley natural, logos que acompaña a dicha enunciado. Esta se encuentra en cada pensamiento, no solo en el pensamiento del sujeto súper latinoamericano, sino que siempre existió, estuvo ahí; pero nunca estuvo acompañada por un pensamiento acorde para el surgimiento de aquel hombre que tiende a la perfectibilidad. Este principio natural lo denomino amor primordial o amores primordiales. Su nombre radica en mi subjetividad pero en realidad es aquello que ya de alguna manera José Ingenieros define como fuerzas morales, ya que para mi, generan en el pensamiento latinoamericano lo mismo que estas fuerzas forjan en los jóvenes para Ingenieros.
“Imantan los corazones y fecundan los ingenios…Sostiene al filosofo que medita largas noches insomnes, al poeta que canta un dolor o alienta una esperanza, al sabio que enciende una chispa en su crisol, al utopista que persigue una perfección ilusoria. Seducen al que logra escuchar su canto sirenio; confunden al que pretende en vano desoírlo. Son tribunal supremo que transmite al porvenir lo mejor del presente, lo que embellece y dignifica la vida…. El hombre que atesora esas fuerzas adquiere valor moral, recto sentimiento del deber que condiciona su dignidad. Piensa como debe, dice como siente, obra como quiere”.
Con estas palabras de alguna manera se intenta desglosar lo mas claramente posible esta cuestión de si existe un pensamiento latinoamericano y me permite de alguna manera exponer mi idea que en particular responde a un pensador latinoamericano como José Ingenieros quien expone en Fuerzas Morales “ dichosos los pueblos de América Latina si los jóvenes de la Nueva Generación descubren en sí mismos las fuerzas morales necesarias para la magna Obra: Desenvolver la justicia social en la nacionalidad continental.
Somos dichosos porque en realidad este joven se encuentra en nosotros (pensadores jujeños.), aquellos que a pesar del contexto social en el cual viven no se rinden y tienen una fuerza que los distinguen, los convierte en héroes intelectuales. Personas que no se encierran en sus condominios o en grandes casas y no miran a su alrededor sino que están en ella forman parte la misma; mientras leen un libro, dan clases en una facultad, van a rendir un parcial al profesorado, discuten sobre la ética en un café, hacen un trabajo voluntario, brindan un espectáculo, exponen arte.Son concientes de que hay niños en la calle que no tiene para comer, existe violencia familiar, hay muertes, corrupción, la educación no tiene subsidios y hay miles de jóvenes que no pueden aprender. Y no solo eso sino que estos amores primordiales que hay en cada uno proyectan un sentimiento de justicia que lo hace luchar aun más.
Pero alguien me dirá ¿y que pasa con aquellos pensadores que están alejados de este ideal? Se puede decir que no habrá problemas ya que los transparentes ideales del pensamiento latinoamericano se expresan en forma contagiosa, y son capaces de transmitir a los demás aquellos pensamientos cubiertos de amores primordiales.
Para finalizar este ensayo recurro a las palabras de un compañero del profesorado, quien culmina la labor en un trabajo de la misma manera que yo siento que debo hacerlo.
Este escrito puede ser entendido como el delirio de un idealista, pero a decir del propio José Ingenieros: “Los ideales son visiones que se anticipan al perfeccionamiento de la realidad”

Jesús Javier Ulloa
Pensamiento argentino y latinoamericano.
“El primer mandamiento de la ley humana es aprender a pensar,
el segundo es hacer todo lo que se ha pensado”
José Ingenieros












BIBLIOGRAFIA

§ Carpio, Adolfo. PRINCIPIOS DE FILOSOFIA. Una Introducción a su Problemática.
2° ed. 5° reimpresión. Buenos Aires: Glauco, 2004.

§ Filosofía Aquí y Ahora. José Pablo Feindman. Canal Encuentro

§ Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
§ Ingenieros José, Las Fuerzas Morales. Buenos Aires, Grupo Editor Altamira, 1999.

jueves, 19 de febrero de 2009

Análisis Fenomenológico de un Párrafo de Jean Paul Sartre

“In Memorian” del Gabi Muñoz, Gonza Rivas, Ayur,
Cocó Sona Sómbori, Mila Burry, La Maja Desnuda, José Rovelli,
El Rasta, Dieguito, Gonzalito, Harry, Maurito, Pastel y los demás como ellos.

T- El Secreto de la Vida

Tengo que dejar de pensar. Lo dijo mi médico: el estrés me está matando, mientras, de a poco, mi organismo se devora a mi propio intestino. Todo culpa de mi mente, que no sabe manejarse y se ata a la materialista condena de esclavizarse a los límites del cuerpo.
Dejar de pensar es proponerle a un hombre que deje de ser hombre, que renuncie a su humanidad. Muchos logran hacerlo, la mayoría quizás. En mí, eso equivale a mandarme a la mierda.
¡La puta que estoy colgado! Mientras el bagre insiste en que lo alimente, se cocina lentamente mi bifecito de pollo. “Hay que esperar haciendo”, dicen que solía decir el eterno Comandante. Matar el tiempo es un lujo burgués muy frecuente, y es que estos regorditos ignorantes no comprenden la imposibilidad de tamaña empresa. No podemos desprendernos de las categorías del tiempo y espacio. ¿No podemos?
Tengo que evitar trabajar, y por trabajar entiéndase “trabajar”: sufrir inertemente el peso de una existencia enajenada a la realización de una actividad plenamente insastifactoria a cambio de una remuneración evidentemente insuficiente y carroñera. Actualmente, ese es el concepto de trabajo mayormente globalizado. Subráyese lo de “globalizado”. Yo mismo voy a subrayarlo: globalizado. Quiero escapar a todo esto, es por eso que tomo entre mis manos un libro de Jean Paul Sartre que cambiará mi vida para siempre, aunque quizás ya había cambiado mucho antes, quizás antes de nacer.
Descubro que no buscar apasionadamente, al punto de comprometer la totalidad (bien surrayadito[1]) de nuestra existencia, para alcanzar la tan ignorada conciliación de los contrarios, la síntesis de lo aparentemente diferente[2], es actuar de mala fe. ¿Qué significa entonces actuar de mala fe? Si espera que le explique en este humilde texto semejante proliferación filosófica, usted está del tomate. Vaya y lea el Ser y La Nada. Después, si usted sobrevive a tamaña empresa, vuelva. Yo lo espero aquí, en este mismo renglón, en esta misma página.
Muy bien, veo que usted es bastante testarudo como para haber leído el Ser y la Nada y volver sus ojos a este delirio, o bien, es tan testarudo que confió ciegamente en sus capacidades cognitivas y omitió la recomendación realizada en el párrafo anterior. Lo felicito, usted es un completo salame. Al menos, ya tenemos algo en común, así que me parece que nos vamos entender.
En pocas palabras, con perdón de Sartre, me atreveré a decir que actuar de mala fe es renunciar a la libertad. Renunciar a la libertad, implica renunciar a la conciencia[3], nuestra posibilidad de elegir críticamente. Renunciar a la conciencia equivale a renunciar al lenguaje[4]. Negar el lenguaje equivale a negar el carácter netamente social de los seres humanos[5]. Negar la sociabilidad es negar nuestra propia humanidad. Negar la humanidad equivale a cosificarse, a alienarse voluntariamente. Cosificare es el equivalente a paralizar las categorías del tiempo y el espacio, emprendimiento imposible, puesto que somos tiempo y espacio en devenir, somos dasein[6]. El devenir es la síntesis, y todo comienza de nuevo, pero a otro nivel. Es dialéctico, todo es dialéctico[7].
Ahora, ajústese los cinturones y encienda de una vez ese porro:[8] sus ojos están a punto de desvelar los misterios más profundos del universo, el máximo secreto de la vida humana.

A- El Ser y La Nada

Sigo sin poder dejar de pensar. Cuanto más trato, más pienso. Me cuesta demasiado ser lo suficientemente Zen[9] como para no estar enfermo. Para ser yo mismo tengo de dejar de ser yo mismo. Mi nada me permitirá ser. El problema es que mi conciencia no puede alcanzar la nada, porque dejaría de ser ella si la vacío de absolutamente todos los contenidos que internalicé en ella durante mis experiencias de vida. Esas experiencias previas, que conforman y condicionan mi pensamiento, sentimiento y acción[10], hicieron que me perdiera, maravillado, entre las palabras de Jean Paul Sartre.
No lo hago desear más, a continuación transcribo para su deleite intelectual el sabroso párrafo del literato francés:

No lo percibe porque, casualmente, ella es en ese instante puro espíritu: arrastra a su interlocutor hasta las regiones más elevadas de la especulación sentimental; habla de la vida, de su vida, se muestra en su aspecto esencial: una persona, una conciencia. Y, entre tanto, se ha cumplido el divorcio del cuerpo y del alma: la mano reposa inerte entre las manos cálidas de la pareja: ni consentidora ni resistente: una cosa.[11]

Estas frases, más allá de su genialidad literaria propia de un premio Nóbel[12], resumen una escena de seducción que se recomienda experimentar antes de habitar nuestra tumba. Léala otra vez, más tranquilamente. Dése una oportunidad de ser feliz.
Quería dejar de pensar, y se me ocurrió realizar un análisis fenomenológico de un párrafo que no se si alguna vez terminaré de entender en su totalidad.
Entiendo que somos una cosa cuando carecemos de voluntad, cuando existimos por inercia, como el hombre masa de Ortega y Gasset, el hombre mediocre de José Ingenieros, el hombre enajenado de Marx, el hombre serializado de Sartre. Somos voluntad de poder, aspiramos siempre a más, todos deberíamos desear ser dioses[13].
Noticia de último momento: usted está vivo. Es libre de cerrar estas páginas y salir a la calle, manifestar por sus derechos, protestar contra la propiedad privada o alimentar un niño moribundo. Pero no, se quedará con su trasero atornillado a donde sea que usted esté apoyado, porque es un cobarde.
¿Cómo sé que es un cobarde? Porque está leyendo en vez de luchar por transformar el mundo en un lugar un poco más digno. Siempre encontrará una excusa para disfrazar su cobardía en una virtud: leerá el diario, creará arte, trabajará o bañará a su gatito siamés. No se preocupe demasiado por ser tan cobarde… ¿le confieso algo? Yo también lo soy: estoy escribiendo algo que ni siquiera sé si alguien leerá alguna vez, cuando debiera estar esgrimiendo algún plan estratégico para conseguir que nos paguen el sueldo a todos los docentes, alumnos, ayudantes y demás parias que nos desempeñamos “ad honorems”, es decir, gratuitamente, en el ámbito universitario, que por cierto, nos sale muy caro.
A fin de cuentas, sólo quería que usted sepa que todos los contarios se concilian, tarde o temprano. La mediocridad seduce a las masas, así que cuídese de no ser uno más del montón. Juéguese por ser distinto: se puede fallar, pero es nuestra obligación moral intentarlo. También es una obligación estar políticamente comprometido a cada paso que damos por este mundo: los que no se preocupan por los demás merecen la muerte física. La muerte cerebral ya la tienen, desde el momento en que deciden que la política no es lo suyo. No interesarse por la política equivale a suicidar el intelecto voluntariamente y condenar al resto de la humanidad a la perpetua miseria y desigualdad.[14] Se está contra el sistema o con él, se es cómplice o revolucionario, no hay otra opción, mientras las cosas no cambien desde la base[15].
Ni ricos ni pobres, ni explotados ni explotadores, ni Al Qaeda ni Obama: el secreto de la vida es el Ser y La Nada confluyendo en algo innombrable: el Tao. ¿Qué tienen que ver los orientales en esto? No puedo yo hacerlo todo por usted, así que vaya e investigue, los libros no muerden, pero si pueden salvarle la vida.[16]

S- La Revolución de los Pingüinos
[17]

Realmente me sorprende que usted no tenga nada más importante que hacer que leer un apartado con un ridículo título como el precedente. Debiera de preocuparlo. Se nota que ha madurado. Ahora usted es seis páginas más testarudo. Pero ya que nos encontramos en el baile, bailemos. ¿Me permite la última pieza?
Informarse[18], elaborar[19] y comunicar[20], debiera ser la ley primera del hombre. Eligiéndome a mí elijo a la humanidad[21], por lo que se puede inferir que, si elevo alguna máxima a la categoría de ley absoluta y universal, es porque la misma se convirtió en una norma de vida para mí mismo. Todo lo que hago en mi vida está relacionado con mi hobbie remunerado:[22] informarme, elaborar y comunicar.
Pero es imposible cumplir con dicho objetivo siendo una oveja, un animal de rebaño, un seguidor de falsos dogmas, ídolos y sectas,[23] responsables de la “inversión de todos los valores”, como diría el bigotudo Nietzsche.
Oliverio Girondo[24] no concebía la existencia de una mujer que no sepa volar. Yo libero su expresión de prejuicios de género y combato por un instante su violencia simbólica:[25] es imposible concebir un ser humano que no sepa volar. Y eso que todos tenemos alas, pero resulta que algunos aprendieron que no saben volar y otros se olvidaron de lo que supieron ser.
Llevo horas fastidiando a mis lectores con palabras que seguro, jamás entenderán en toda su extensión. Porque las palabras son anchas, infinitamente signos de otros signos.[26] Pensar que sólo trataba de escribir un cuento para no pensar, pero me colgué pensando. ¡Maldita y bendita Marihuana![27]
Pobre la gente que no sabe volar, que olvidó sus alas o que todavía no se da cuenta que las tiene. Son aves que, por costumbre, se pierden la maravillosa sensación de entender el mundo, que sólo puede verse desde arriba.
Los Nada: ellos son el objetivo. Debemos predicar el Santo Evangelio de los Oprimidos, transformar esta pesadilla en un verdadero sueño, despertar conciencias, molestar conformidades, escupir a la miseria, desterrar las desigualdades, sembrar alas. Debemos convencerlos de que se levanten. ¡Entreguemos nuestros corazones para construir juntos la Revolución de los Pingüinos!... Pero no todavía, no ahora, se me hace tarde, ya amaneció y pintó el bajón.[28]
Releo lo que escribí: lo que creí era mi obra maestra, no es más que una serie mal encadenada de desvaríos propios de un neurótico intestinal y esquizofrénico como yo.
Pronto me iré a dormir, por fin terminará este delirio. Mañana me levantaré, me vestiré, consumiré un día más en este mundo de tristezas y opresión, me enamoraré, tendré una familia, me encerraré en la rutina perdiéndome en esta masa inerte de muertos con pretensiones de existencia; viviré mi vida, una vida normal y madura como la de los demás… y por fin lograré dejar de pensar.[29]
CITAS:

[1] Felicidades, usted está leyendo la nota número uno de mi tesis, mi premio Nóbel, mi mayor creación, mi esencia, mi obra en perpetuo devenir, el seguro a mi inmortalidad, la llave que abre las puertas de la eternidad, la gran solución a los grandes enigmas de la filosofía (todo lo que conocemos como ciencia es, en su esencia, filosofía), la solución de los grandes males de esta patética humanidad deshumanizada; y en esta primera cita no voy a perder la oportunidad de citar al más grande pensador contemporáneo: yo. Me cito para aclarar que digo yo que es lícito publicar un texto donde figure la palabra “surrayadito” aunque el Word lo surraye con rojito (se recomienda agregarla al diccionario, lo que consistiría en la realización de un heroico gesto revolucionario). Yo estoy acostumbrado a decir “surrayadito” y no “subrayadito” y los míos entienden perfectamente a que me refiero (los ajenos también). Por lo tanto adhiero a mi tesis lingüística que afirma que no hay leyes pal lenguaje mientras se entienda, todo cambio introducido en el convencional sistema de códigos de una cultura se relaciona más con la creatividad, el arte y el “progreso” que con un error, puesto que colabora con la permanente evolución hacia ningún lado que persigue todo lenguaje. Adhiero con los demás autores (contemporáneos e históricos) que proclamen en sus teorías conceptos análogos a los aquí expresados. Bibliografía utilizada para fundamentar la presente cita: ALBA, Juan Pablo. “Análisis Fenomenológico de un Párrafo de Jean Paul Sartre”, Pág. 1. Año 25 dA*.
* Cabe en esta oportunidad aclarar esta cita con otra cita, que explica el sistema de referencia espacio-temporal utilizado: el sistema aA/ dA (“antes de Alba” (o sea, yo) y “después de Alba” aluden a la fecha en que se produzco mi nacimiento (1983), amanecer de una nueva era (no es casual el nexo entre el concepto amanecer y mi apellido Alba) para la humanidad y el fin de los antiguos tiempos cristianos (el periodo más funesto y patético de la historia de la humanidad). Bibliografía: ALBA, Juan Pablo. “Análisis Fenomenológico de un Párrafo de Jean Paul Sartre”, Pág. 1. Año 25 dA*
[2] Conciliar los contrarios implica luchar hasta el hartazgo por la supresión de las clases sociales, logrando alcanzar la igualdad, la justicia y la paz. Que no le quepan dudas, sí, soy marxista (Galeano y Freire también). Por favor, no se alarme tanto: no es pecado leer a un marxista. Usted no se asuste, las sangrientas dictaduras ya pasaron, ahora nos mata el estrés, al igual que a todos los libres pensadores de izquierda que nunca estarán a gusto dentro de un sistema que los aplasta. Además, téngase fe, usted también puede entendernos.
[3] Definiremos el término conciencia tomando de referencia el E.C.R.O. de la Psicología Social, única escuela psicológica materialista, científica y crítica. Toda psicología es social. Por ende, la única y verdadera psicología es la Psicología social, en adelante, denominada como debería ser para todos los espíritus amantes del saber: simplemente “psicología” ¡Aguante Pichón Rivière!
[4] Expresión fundamentada en la lingüística rusa y la antropología, principalmente en Claude Lévi-Strauss y Clifrord Geertz.
[5] Ídem Anterior, Sócrates y otros.
[6] Entendiendo el término Heideggeriano “dasein” como la confluencia del tiempo y el espacio en una misma categoría (ser y estar conforma un binomio irreducible a sus singularidades).Tiempo y espacio son relativos (Albert Einstein) pero imprescindibles. Los antiguos Incas llamaban “pacha” a la confluencia de estas categorías (obvio que no se hicieron tan populares sus principios filosóficos como los de Heidegger, seguro porque ellos no son gringos).
Cabe destacar que nos encontramos frente al tercer batacazo teórico que ha modificado mi vida para siempre. Las otras dos grandes verdades dentro de mi sistema de ideas: Marx y Sartre.
[7] Usted no puede comprender el término “dialéctico” si no comienza a investigar la filosofía del gran maestro Heráclito. Para entender a Heráclito, no olvide que fue netamente influenciado por la filosofía mística-egipcia de Hermes. De Hermes a Confucio, ya queda un solo paso. La filosofía Inca también es dialéctica en su esencia. La dialéctica en la ciencia:lea a Edgar Morin. Anímese y salte dentro la infinitud de la filosofía, hágale un favor a la humanidad y piérdase en sus exquisitos laberintos. Apasiónese, su vida depende de ello.
[8] Conste en actas que no se intenta hacer una apología de las drogas, sino que el autor se manifiesta consciente y libremente a favor de la despenalización de toda sustancia natural, obtenido por medios artesanales sin procedimiento químico de laboratorio, que el ser humano decida críticamente consumir, sin llegar a su abuso. Muchas leyes son huellas de la estupidez humana que actualmente gobiernan nuestras vidas, como también lo son la policía, el dinero, la propiedad privada, las clases sociales, las colas interminables de los bancos y demás servicios públicos, la educación privada, el maquillaje, la moda, etc.
[9] Se recomienda leer el libro “El Zentido de la Vida”, obra de Rafael Teicher que una vez presté y nunca volvió a mí. No sé cuál de mis amigos sos, pero por favor, si leés esto devolvémelo, no seas rata.
[10] ¿Determinismo Histórico o libertad esencial? A esta cita le correspondería todo un ensayo para que la cuestión pueda ser investigada como debe ser. Vamos a ir al grano, afirmando que entre la concepción psicológica del medio como determinante de nuestra subjetividad y la concepción del hombre “condenado a ser libre” de Sartre, existe una perfecta síntesis: estamos condenados a ser libres, pero la libertad consiste en la posibilidad de poder elegir nuestras propias cadenas. Nuestra existencia precede a nuestra esencia, pero ese “existir” ya presupone la existencia de un tiempo y un espacio, irremediable y concreto, en que nacemos. No existen como categorías ideales “a priori” como diría Kant, sino que responden a ciertas condiciones concretas de existencia que nos condicionan, pero no nos determinan. Nosotros hacemos a la historia que nos hace, construimos la realidad que nos construye.
[11] SARTRE, Jean Paul. “El Ser y La Nada”. Editorial Losada. 1966. Pág. 106.
[12] ¿Quién más podría poner tantos “dos puntos” en un mismo párrafo, sino un genio que rechazara el premio de ser históricamente reconocido a cambio de ser históricamente reconocido por no querer ser reconocido? Yo sigo sus huellas: anoche, en medio de un arrebato filosófico de alto vuelo intelectual (surráyese lo de “vuelo”) sé que logré conciliar una dicotomía filosófica que, redactada en forma de tesis, pudiera haber cambiado la Historia de la Filosofía Mundial. Lamentable e irónicamente, culpa del mismo vuelo que produjo la concepción de dicha tesis que seguramente me hubiera valido la adquisición de un premio Nóbel, la olvidé repentinamente. Sólo recuerdo que era fenomenal. Estaba en proceso de deprimirme por mi infortunio cuando recordé que ganar un premio Nóbel y perderlo en el mismo instante no era tan malo, porque nada prohíbe que pueda ganarme un segundo premio Nóbel. En su búsqueda me lanzo con este texto. Si no lo gano, no importa, también lo hubiera rechazado, como Jean Paul Sartre, por motivos ideológicos, obviamente.
[13] No prosiga la lectura sin antes pegarle una releidita a las obras completas de Friedrich Nietzsche y las principales obras de Artur Schopenhauer… porque… ¿ya las leyó, no?
[14] Si todavía tiene dudas y no comparte la idea del compromiso político, lo invito a leer a Bertolt Brecht, no recuerdo precisamente que obra, así que léalas todas para asegurarnos, con tal usted tiene tiempo. Yo no puedo ponerme en la tarea de explicarle, porque tengo que seguir escribiendo. Discúlpeme usted, pero es inminente el aterrizaje. De suceder eso, esto se tornará netamente aburrido. No quiero perder el ritmo… ¿venimos bien, o no?
[15] Para entender que tipo de base es necesario para crear un cambio real en este mundo idiotizado y moribundo, se recomienda una lectura obligatoria para poder ser un ser humano: El Manifiesto Comunista, de Marx y Engels. Vaya y lea. Yo siempre lo espero.
[16] Por favor, no insista en que los demás le expliquen todo siempre, ¡ponga usted también un granito de arena hombre, no sea terco! En la filosofía no hay damnificados, sino sólo ganadores. No me haga preocupar con su actitud escéptica a leer las obras que le propongo, porque si yo me enojo, se mi irrita el Colon, y las consecuencias después las pago con sangre, literalmente hablando. ¿Listo? Pasemos al siguiente apartado.
[17] Quédese tranquilo, conozco un poco de psicología, sé que está harto de estas citas y profundamente indignado con mis divagaciones. Lo felicito: sólo el 23,45% de los lectores llegan hasta este punto del texto. Usted ya está cerca de la meta, pero sólo la logran el 0,26% de los lectores. ¡No se pierda esta oportunidad de ser único!
P.D.: lo que pretendía aclarar con esta cita es que, aunque le parezca completamente ridículo el título de este apartado, tiene una explicación que, espero, su conciencia alcance el grado de madurez suficiente como poder comprenderlo. Si hizo los deberes, es decir, si vino leyendo las obras propuestas en el orden señalado y a conciencia, no creo que tenga mayores dificultades en descifrar este ridículo enigma. Una ayudita: informarse sobre el pachacuti de los Incas puede ayudarlo a comprender este título.
[18] Entiéndase por “información” la interiorización de una estructura, de una idea, de un color, en fin, de cualquier experiencia, que por medio de cualquier sentido, pase a formar parte de nuestra conciencia, conscientemente o inconscientemente. Pero la información que debemos buscar voluntariamente es la más académicamente establecida posible, no por respeto a las instituciones, sino simplemente, por su carácter científico. Sin saber no podemos ser.
[19] Entiéndase por “elaboración” al proceso de asimilación y acomodación, de relación y puesta en interacción de las diferentes estructuras, previamente internalizadas y luego tamizadas, teñidas y criticadas por el paradigma científico-materialista de la dialéctica histórica.
[20] Entiéndase por “comunicar” todo acto de exteriorización de nuestras estructuras internas elaboradas. El arte (dibujo, pintura, escritura, música, baile, y demás formas de expresión), la participación en los medios (al estilo de Rodolfo Wals, único periodismo verdadero), la docencia, la militancia, el simple andar por el mundo “comunica” lo que hacemos, proponen un ejemplo, un modelo de vida, y por lo tanto, politizan. “Hacemos política al caminar”, suele cantar Rally Barrionuevo, sino consulten con las canciones de Serrat, Sabina, Silvio y la trova en general. Se recomienda releer la cita número 14.
[21] SARTRE, Jean Paul. “El Existencialismo es un Humanismo”
[22] Prometí a mi padre, hace años, que iba a morirme sin trabajar, si se entiende por “trabajo” lo explicitado en la primera página de este texto. ¿Cómo pensaba vivir? Con un hobbie remunerado, es decir, me van a pagar por hacer lo que me gusta. El trabajo debe ser una actividad netamente creativa y libre, como lo soñó Marx. En ese camino se encuentro actualmente, y es una meta que pienso seriamente en cumplir.
[23] El Cristianismo, en todas sus manifestaciones, es la mayor secta del siglo XXI, responsable directo de la enfermedad mental más grave de la actualidad: el fanatismo religioso. Las demás teorías idealistas y las materialistas-capitalistas son igual de nocivas para la salud mental de los pueblos. Dios es un concepto medieval ya pasado de moda. En el siglo XXI, Dios atiende en google.com.
[24] Nadie puede decirse a sí mismo escritor o poeta si no ha leído previamente a Girondo. Caso contrario, el arte está perdiendo un gran potencial creativo.
[25] No se puede paras por este valle de incertidumbres llamado “vida” sin leer, al menos, una obra de Pierre Bordieu. Téngale paciencia y trate de entenderlo, vale la pena.
[26] ¡Gracias Pierce! Si usted es intelectualmente honesto consigo mismo, ante cada término, cada sustantivo propio que conforma este texto, investigará y se informará, en otro libro, sobre quién eran o que significaban esos conceptos. Y ante el nuevo libro, hará exactamente lo mismo (como los hipertextos en Internet). Todos los libros son, en el fondo, el mismo libro. Por lo tanto, este texto es infinito. Si usted realmente sabe leer, nunca llegará a la página diez. Bienvenido a la locura.
[27] ¡Gracias Bob y Coca Manca! (repasar la cita número ocho)
[28] Estas suelen ser el tipo de automentiras, actos de mala fe que resultan encubridores de nuestra infinita cobardía a ser lo que debemos ser, porque es difícil brillar en un mundo de ciegos.
La revolución es una eterna lucha contra uno mismo.
[29] ¡Por fin seré feliz! (Para aprender a ser feliz, también leer sobre Diógenes)
“La inteligencia conduce irremediablemente a la tristeza” (Ale Dolina dixit)
Según Sigmund Freud, sólo hay dos formas de ser feliz en este mundo: una es hacerse el idiota, la otra es serlo realmente. Usted puede ir eligiendo con tranquilidad. Yo, a igual que el viejo Nietzsche, ya escogí la tristeza de saberme Humano, demasiado Humano.
PD: Ningún pingüino entendería este texto.

lunes, 12 de enero de 2009

Entrevista a un Muralista

RODOLFO CAMPODONICO, MURALISTA, DISCIPULO DE CARPANI Y SOBREVIVIENTE DEL GRUPO ESPARTACO

“La pintura tiene que ser un diálogo entre la anécdota, el pintor y el espectador”

Pintó murales con temas sociales y políticos en pueblos de todo el país. Por la mayoría de ellos, él y sus compañeros cobraban apenas los viáticos y la comida. “Para ser muralista hay que ser valiente”, le dijo el mexicano David Alfaro Siqueiros.
Por Andrew Graham-Yooll

–¿Cómo describiría la pintura pública que se ve ahora? ¿Tiene un nombre, hay adjetivos...?
–Resulta difícil. Me parece feo calificar.
–Bueno, para eso vamos a hacer la entrevista, para ver cómo sí calificamos.
–Está bien. El problema está en que la pintura que se hace ahora no sólo no la entiendo, sino que no me dice nada. Desde que empecé a pintar, y para la gente que yo admiro, la pintura siempre fue un vehículo de comunicación, un elemento transmisor. Tiene que ser un diálogo entre la anécdota, el pintor y el espectador. También tiene que ser para todo el pueblo, todas las personas. No se debería tener que ser un perito en pintura para que una pintura lo llene a uno o no. Lo que yo veo en la pintura actual a mí no me dice nada, hay demasiada abstracción, demasiadas líneas. No la niego, no soy un necio. Pero no me llega, no me transmite nada. Voy a una exposición, la miro, y salgo como si no hubiese visto nada.
–¿Pero entonces qué me va a decir, siguiendo en esa línea, de los grandes abstractos?
–Ellos sabían lo que hacían. Lo que veo acá y ahora es que la mayoría parecen improvisados, no hay una sapiencia, no hay una composición. Por ejemplo, exagero, hay gente que copia a (Edvard) Munch (no-ruego, 1863-1944), o intenta hacer lo que Munch como si lo inventaran de nuevo, pero uno se da cuenta de que la originalidad es de otro. A mí me sucedió cuando empecé en el muralismo, que había que buscar de dónde venía la originalidad. Mi “papá” era Ricardo Carpani (1939-1997). Estaba autorizado a ir a su estudio, en la calle Piedras, cada 15 días. Era igual con Pascual Di Bianco (1930-1978), otro de los nueve artistas que fundaron el grupo Espartaco, en 1959. Para los que corren el riesgo de olvidar, Espartaco ostentaba posiciones combativas en el arte. Esto se vio en una muestra de rescate en la Universidad Nacional de Tres de Febrero en agosto de 2004. Carpani y el grupo metieron el arte en los sindicatos, en la calle, lo instalaron en las fábricas. Ese movimiento tenía parte de sus orígenes en el trotskismo y en una actitud combativa. El hecho de haber sido tan politizado en su época puede llevar a la marginación porque se lo puede ver como un producto de un momento en la política. El rescate de ese recuerdo es también la recuperación de la identidad en el arte. Espartaco fue disuelto por sus miembros en 1968, justamente porque no querían que su arte, su identidad, se sumiera en la comercialización que demanda el mercado. Lo especial de Espartaco, entre otras cosas, es mirar de dónde venía. Las influencias las traían del ecuatoriano Guayasamín, de los mexicanos Orozco, Rivera y Tamayo. Bueno, yo iba al taller de la calle Piedras y Ricardo Carpani me corregía mis trabajos. Era muy severo: “Esto sí. Esto no resulta, fijate, compará”. Fui creciendo, me independicé, pero seguimos compartiendo y haciendo cosas juntos hasta que murió. Perdí el contacto con el arte en cierto modo. Murió mi hijo, hubo un “crack” en mi vida y me metí para adentro. Ahora, para sacarme de acá, tiene que venir la Guardia de Infantería. Por lo general no me interesa. Mis amigos me obligan cada tanto y nos encontramos para comer un puchero o algo así. Hay un boliche acá cerca que le recomiendo, barato, buena comida. Es La Cañada, a una cuadra de acá.
–Hábleme un poco de su relación con Ricardo Carpani.
–Para Ricardo yo siempre fui “Nene”, y nunca dejé de ser “Nene”. Cuando salíamos a pintar yo era el pinche de Ricardo. Me gritaba: “Nene, alcanzame tal cosa”. Así fue el trato siempre. Yo lo conocí cuando tenía 17 años o algo así, y decidí que quería pintar. Carpani era del ’30 y yo soy del ’38. De grandes parece poco, pero cuando yo tenía 20 y él 28 años, la diferencia se sentía enorme. Además yo le tenía un profundo respeto. Con el tiempo lo quise enormemente. El se divertía conmigo, me amenazaba, “No me afanes la pintura”, esas cosas. Cuando empecé a pintar sentía una influencia notoria de Ricardo. Era a propósito, yo la había buscado. No la quería esconder. La gente me decía: “Tenés la línea de Carpani”, y para mí era motivo de orgullo. En una exposición que hice alguien me criticó. Carpani reaccionó mal, le dijo a la persona: “Pedazo de pelotudo, de qué estás hablando, para saber esto, aunque vos andes criticando, hay que saber dibujar y hay que saber pintar”. Y lo sacó a los gritos. Cuando se enchinchaba era bastante intempestivo. Jamás falló a una muestra mía cuando estaba en el país. Y cuando yo hacía algo a lo que podía incorporar a Carpani, lo hacía. No trabajé con él. Alguna vez les daba fondos a sus murales, cosas así. Era muy particular en su forma de trabajar la materia y yo le tenía mucho respeto, aparte del afecto, y tenía mucho miedo de hacer macanas. Después y durante mucho tiempo él iba a sus trabajos con su esposa, Doris, y ella hacía la labor esa de darles fondo a los murales. Carpani era muy esquemático en la preparación. Llevaba todo muy planeado en sus papeles. Tenía hecha la plantilla, la calcaba, después la ribeteaba, cosa que yo sigo haciendo, no sé por qué. Dibujo la guarda con cuidado. Lo importante era el dibujo, por lo que había que dibujarle la línea con cuidado. Para mí era un orgullo seguir sus pasos.
–¿Hubo otros grupos después de Espartaco?
–Hicimos varios encuentros de muralistas que siguieron a la época de Espartaco, que se comenzó a disolver en los años del general Onganía. Algunos se fueron del país, Carlos Sessano (1935) se fue a París. Después hubo reuniones, pero ya no como Espartaco. Cuando los grandes se dispersan, se van, nos quedamos medio desamparados. Quedamos un grupo que seguimos, no tanto con la ideología, pero sí con los lineamientos de afinidad política en la temática social de Espartaco. Yo formé un grupo, para seguir la tradición del muralismo, que es lo que entendíamos como pintura popular, la pintura con mensaje y compromiso. Esa había sido la línea del arte de Carpani. Hay que recordar que el que llevó el arte popular y combativo a la calle en esos tiempos fue Ricardo, cuando la CGT, encabezada por el dirigente José Alonso (1917-1970) lanzó el plan de lucha contra el gobierno de Arturo Illia, que Alonso llamaba “el más débil e hipócrita de la historia argentina”. José Alonso es elegido secretario general en 1963 y enseguida lanzó la protesta por la desaparición del metalúrgico Felipe Vallese (1940-1962), fue el primer detenido desaparecido del país, a raíz de su secuestro en agosto de 1962. Carpani hizo los dibujos de la cara de Vallese para los afiches de la CGT y luego las otras que formaron parte del plan de lucha. Después llevó su arte a la CGT de los Argentinos, que dirigía Raimundo Ongaro.
–¿Como era esa temática social que siguió a Espartaco?
–Fue como grupo Greda, como la greda que sale de la tierra. Así nos llamamos. Bajamos la cabeza un poco. El gobierno era militar, Onganía siguió dos años más, luego vinieron Levingston y Lanusse. Lo cierto es que si no bajábamos el tono los intendentes que nos apoyaban en algunas ciudades se borraban. Nos dijeron “murales sí, temas sociales también, pero poco y nada de política”. El comentario más frecuente era: “No, esto no, muchachos, ustedes nos quieren hacer rajar”. Lo social quedó, implícito más que explícito. Una de las cosas importantes que hicimos fueron las ilustraciones basadas en Los vengadores de la Patagonia trágica, de Osvaldo Bayer, que por entonces trabajaba en Clarín, y yo también. Fui diagramador durante tres años. Osvaldo era subsecretario de redacción o qué sé yo. Tengo acá un cuadro de aquella época. Obviamente, Bayer nos escribió el catálogo. Queríamos hacer una serie de pinturas sobre los anarquistas. Compartía con Bayer una fascinación por los “anarcos”, pero no llegamos a concretar nada. El compromiso social estaba. El obrero estaba siempre en nuestra pintura, también el trabajador del campo, la lucha social siempre estaba. Una vez, en Mar del Plata, hicimos un encuentro de muralistas, éramos unos 25, y preparamos un mural del Che Guevara. Enseguida vino la cana y nos hizo pelota todo. No hubo detenidos. Lo bueno era que, aunque nosotros actuábamos con timidez, a la gente le gustaba. Se acercaba. Entonces a partir de ahí hacíamos docencia con el muralismo, para que la gente entendiera y disfrutara de la pintura y los temas. Había una comunicación espiritual y afectiva con el tema para alcanzar el contacto que buscábamos.
–Debemos suponer que esa docencia temprana dio buen fruto. Nunca he visto tantos murales en las calles de Buenos Aires, y de ciudades del interior como ahora.
–Sí, pero es otra cosa, son otros tiempos. Para 1976 el grupo Greda ya se había disuelto en gran medida (si bien algunas exposiciones se hicieron después). Las publicaciones muy elementales, a mimeógrafo, se abandonaron. Trabajamos hasta poco antes del golpe. Los que quedamos éramos los tres Espartaco y los tres Greda, y así salimos a buscar trabajo. El que organizaba las salidas, el que mangueaba plata, era yo. Había que convencer a intendentes, a directores de cultura, de que pusieran unos pesos para hacer un mural. Cuando empezó la democracia, en 1983, fui nombrado director de cultura en Guaminí, cerca de Trenque Lauquen. Yo empecé a hacer arte público de nuevo. El partido no tenía escudo. Llamé a concurso para hacer el escudo, pero también para hacer murales. Convocamos a mucha gente. Y otra vez me junté con los muralistas. A partir de ahí empezamos a trabajar por las ciudades de provincia. Habremos trabajado en diez o doce ciudades. Estuvimos en Bolívar, en Benito Juárez, y otros lugares. A la gente le encantaba, porque los pintores le explicaban lo que estaban haciendo. Mientras trabajábamos, la gente venía a compartir el mate, pastelitos o traían tortas. Pasábamos a ser parte de las familias. Se creó un vínculo muy hermoso. Al principio trabajábamos gratis, no se cobraba, para darle un sentido más popular a la obra. Un día dijimos que no podíamos seguir sin ganar un mango, poniendo plata nosotros, no cobrábamos ni para el taxi para cargar los materiales. Pusimos un precio de diez mil pesos por un mural, eran dos mil pesos para cada uno de los cinco que íbamos. ¿Cuánto sería hoy? ¿Cien pesos? Lo que sí instalamos el terror en las autoridades cuando nos permitían ir a comer. Ahí entrábamos a comer y a tomar el vino que no parábamos. En Venado Tuerto, Santa Fe, propusieron hacer un mural y nos pidieron cotizar. A valores de hoy, le dijimos al intendente que serían unos mil quinientos pesos. El hombre dijo: “¡No les da vergüenza!” Y nos pagó tres mil. Había que hacer murales de tres por dos metros en dos días. Y a la noche comíamos el asado y tomábamos. El último trabajo que hicimos fue en Trenque Lauquen, en Buenos Aires. En la foto están Carpani y muchos otros. El trabajo se lo quedó el Rotary Club porque ellos pusieron plata. Algunos llaman todavía, para hacer un mural, pero pocos. Se cotiza por metro cuadrado, que es absurdo.
–Por lo tanto, ¿usted sigue pintando murales?
–Hace algo más de un año el último que terminé fue otra vez para Trenque Lauquen. En realidad fue un mural que hice para rodear el edificio de gobierno en La Plata. El gobernador Eduardo Duhalde me contrató para hacerlo. Estaba con mi mujer, Ana, que ella administra todo mi trabajo, en una inauguración de un mural mío en la terminal de ómnibus del pueblo de Casbas, en el partido de Guaminí. Nos estábamos por ir cuando un hombre nos sigue y dice que el gobernador quiere verme en la casa del intendente. No lo quería creer, pero resultó ser verdad. Duhalde me dijo que había visto los murales en Trenque Lauquen y quería que hiciera algo en La Plata. Eso fue en 1993. Duhalde expuso su idea de crear una “gran obra mural que diera cuenta del rico pasado cultural bonaerense, como expresión de un proceso que tendiera a reforzar el sentimiento de identidad de nuestra provincia”. Estoy leyendo del catálogo. Ahí empezó un calvario burocrático de no creer. Me prometían cosas, me dejaban colgado, me mandaban llamar, no me atendían. Al final, intervino Duhalde, firmamos los papeles y tardé un año en terminar el mural. La pintura se comenzó en 1997 y se terminó en 1999. Nos mudamos a La Plata, donde vivimos un tiempo. El mural relata en 28 paneles la vida en la provincia de Buenos Aires, desde la colonización hasta los inmigrantes en el siglo veinte. La historia en imágenes va desde los primeros habitantes, los trabajos locales (la siembra, la pesca de río), la construcción de la industria, el tendido de la línea del telégrafo, de todo, como las Invasiones Inglesas, el fusilamiento de Dorrego, el éxodo de los quilmes, todo.
–¿Esa obra se extendía alrededor de la gobernación?
–En tres costados exteriores de la gobernación (no en el frente), en la calle. Eran paneles de chapa, sin protección. La chapa comenzó a deteriorarse en las juntas, y se dañó la obra. En realidad, lo dejaron hacer pelota. Dentro de todo fue respetado, pero se oxidó. Los chicos le escribían, a la gente le gustaba. Pero no se cuidó. A Duhalde le había propuesto usar material que durara mucho más. La respuesta fue que a él sólo le interesaba que durase hasta la campaña para las presidenciales. Y la pelea después fue cobrar el trabajo, interminable. En un artículo en Página/12 yo escribí que eso había comenzado como una hermosa aventura que se transformó en un castigo (“El arte según Duhalde”, 2 de noviembre de 1999). Cobramos antes de que se fuera del gobierno Duhalde, pero hubo que hacer mucha prensa y una denuncia penal. Una noche de 2005 vinieron dos amigos, con dos botellas de vino y la propuesta del gobernador Felipe Solá para que me pusiera a restaurar la obra. Les agradecí el vino, disfruté de la charla, pero dije que no. Uno de los amigos me prometió que respetaría el compromiso de pago. Fue cierto. Desmontamos todos los paneles, nos dieron un galpón donde trabajar, la obra de reparación del mural la hicimos, terminé en 2006, y cobramos. Cuando terminamos la restauración el mural quedó guardado, bien acondicionado. Preguntamos dónde lo querían, y nos respondieron que eso no era problema nuestro. El final de la restauración coincidió con un aniversario de Trenque Lauquen, donde el intendente, Juan Carlos Font (radical), era amigo y quería hacer un gran festejo. Le propuse a La Plata que le prestaran los paneles a Trenque Lauquen para exhibir en su onomástico. Felipe Solá les cedió la obra en un préstamo por tres meses. Los concejales lograron que el préstamo se transformara en donación, y eso fue por decreto de Daniel Scioli. El mural de 28 paneles quedó en exhibición en parte de una estación de ferrocarril, también restaurada, que Font pensaba como futuro centro cultural. No se publicita la presencia de la obra, pero está bien guardada, y eso es bueno también. Algún día alguien va a preguntar qué pasó con el mural de Buenos Aires de Rodolfo Campodónico, y se verá otra vez y más gente lo conocerá.

sábado, 10 de enero de 2009

Razonando a Descartes (Un intento de refutación del Racionalismo Metafísico)

Introducción

Desde el año 1637, cuando fue editado anónimamente en Holanda, el Discurso del Método marcó un antes y un después en la forma de hacer filosofía. Precedido por años de conciliación de Razón y Fe, el Racionalismo propuesto por Descartes se convirtió en una herética pero subliminal manera de pensar el mundo.
Más allá de la discusión planteada alrededor de las creencias religiosas del propio Descartes, (¿era realmente creyente o sólo intentaba evitar ser condenado por la inquisición?), la conclusión de su método desemboca en un racionalismo (pues es la propia razón el único instrumento para alcanzar la verdad) metafísico (Dios es la causa primera de esa razón).
“Dios: lo último, lo más liviano, lo más vacío es situado como lo primero, como lo que se causa a sí mismo, como el ente realísimo. ¡Que triste es que la humanidad haya tenido que tomar en serio los dolores de cabeza de esos enfermos fabricantes de telarañas!”[1]. Esta sentencia del viejo Nietzsche puede asociarse a las posturas netamente anticartesianas surgidas en la modernidad, principalmente en los pensamientos de Wittgenstein y Peirce, aunque con la diferencia de que estos últimos puede enmarcarse como los representantes mas populares del llamado “giro lingüístico” en la gnoseología (Wittgenstein) y la teoría falibilista (Peirce).
Al transportar el centro de la discusión hacia los estudios del discurso, estos pensadores logran variar el ángulo con que se enfocaban las discusiones en torno a la problemática del conocimiento, desde dos posturas diferentes:

Wittgenstein propone que la teoría del conocimiento, antes de preocuparse por fijar el alcance y límites del conocimiento humano, puesto que el conocimiento mismo se expresa en oraciones, y antes de poder decir si son verdaderas o no, lo que debemos hacer es poder determinar si son significativas, esto es, si tienen sentido[2].
Peirce y su legado plantearon las bases para elaborar dos corrientes de pensamiento: las basadas en la duda-creencia (de tradición Cartesiana) y el modelo del conocimiento falible basado en la creencia-duda, modelo netamente peirciano, parafraseando a Lorenzano.[3]

Tanto la filosofía de Peirce como la de Wittgenstein constituyen intentos diferentes por desarrollar una teoría del conocimiento anticartesiana. ¿Cuál de dichos intento resulta más drástico, más efectivo? ¿Cuál conserva menos rasgos cartesianos? Sospecho que el modelo de Peirce resulta ser mayormente combativo del Racionalismo Metafísico y Catolicista de Descartes.
Las siguientes líneas razonarán sobre los aspectos fundamentales de ambas teorías, intentando entrecruzarlas, compararlas y enriquecerlas con aportes de las teorías psicosociales de base materialista[4], con el objetivo de intentar responder los interrogantes planteados en el párrafo anterior.
¿Logrará la razón refutar al propio racionalismo? A continuación dicho emprendimiento queda a consideración del lector.

Capítulo I: Refutación del “Lenguaje Privado”

Uno de los principales puntos en que puede ser atacado el solipsismo cartesiano es el referente al “corte” que intenta realizar entre subjetividad (mundo interno) y contexto socio-histórico (mundo externo).
El primer precepto que Descartes propone en su método es fácilmente refutable: “(…) no recibir jamás por verdadera cosa alguna que por medio de la evidencia no la pudiera establecer como tal; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no incluir en mis juicios nada más que lo que se presentase tan clara y distintamente a mi espíritu, y que no hubiese ninguna ocasión de ponerlo en duda”.[5]
Resaltemos la frase “nada más que lo que se presentase tan clara y distintamente a mi espíritu, y que no hubiese ninguna ocasión de ponerlo en duda” ¿Y el lenguaje? Descartes parece olvidarse de que, aún aunque lograse la “misión imposible”[6] de despojarse de todo los juicios no evidentes, nunca podrá despojarse del propio lenguaje, puesto que sin lenguaje, se torna imposible el desarrollo de la conciencia.[7]
“Lenguaje privado” es cómo Lorenzano define, siguiendo a Wittgenstein, el intento de Descartes de sólo recurrir a su propia conciencia como principio irrefutable de verdad, en oposición a la consideración del lenguaje como un primitivo e inevitable lazo social que antecede a todo intento de reflexión introspectiva.
Wittgenstein afirma que es imposible hablar de lenguaje privado, y mucho menos sería posible establecerlo como criterio de evidencia. Si el lenguaje privado, interno, sólo es accesible a mí mismo, yo mismo me convierto en el juez de mi propias afirmaciones, es decir, puedo establecer como “evidente” una verdad que sólo es evidente para mí mismo, siendo al mismo tiempo productor y juez del conocimiento.
Explicado en términos del propio Wittgenstein, diremos que “hablar un lenguaje implica seguir algún tipo de regla acerca de cómo deben usarse las palabras de dicho lenguaje, (…) pero si yo soy la única autoridad nunca sabré si me he equivocado o no: ¡lo que sea que piense, va a ser correcto, justamente porque soy la única autoridad en la materia! (…) La conclusión es obvia: la idea de que una regla pueda ser comprendida y seguida por una única persona es ininteligible. Entonces, la idea misma de “lenguaje privado” es igualmente ininteligible, y por ende es ininteligible una teoría del conocimiento basada en el estudio de representaciones privadas.”[8]
Es absurdo intentar razonar inmersos en el más profundo solipsismo, y en el caso de hacerlo, los argumentos que pudieran esgrimirse en medio de ese contexto, aislado del contacto con la realidad y sin más criterio de evidencia que la propia subjetividad, carecen de profundidad, interés y relevancia para el resto de los mortales. Descartes mismo lo afirma: “mi propósito, pues, no es el de enseñar aquí el método que cada cual ha de seguir para conducir bien su razón, sino sólo mostrar de que modo yo he procurado conducir la mía”[9] ¿Acaso los lectores de Descartes y sus posteriores interpretes nunca lo entendieron realmente? Descartes afirma que su método sólo es válido para él, al menos que el nombrado párrafo haya sido interpretado como una muestra de falsa modestia.
Recapitulando lo enunciado en este apartado, diremos que el Racionalismo Metafísico Cartesiano queda refutado por Wittgenstein y la Lingüística Materialista[10] cuando enfocamos el Discurso del Método desde una perspectiva que incluye la dimensión del lenguaje, por dos razones:
a) El lenguaje privado no existe, ergo, resulta imposible una teoría del conocimiento basada en representaciones privadas (Wittgenstein).
b) El ser social determina la conciencia, la conciencia sólo es posible a través de un lenguaje, todo lenguaje se adquiere socialmente y resulta imposible desprenderse de éste a la hora de despojarnos de lo que no sea “autoevidente” (Lingüística Materialista).

Pero los argumentos en contra del pensamiento cartesiano no concluyen acá. Veamos lo que Peirce tiene para decir al respecto.

Capítulo II: Peirce: la voz del anticartesianismo

Los argumentos que más fuertemente atacan la tradición artesiana, son presentados por Peirce en el texto “Algunas Consecuencias de Cuatro Incapacidades”, pero su obra “El Establecimiento de la Creencia” también versa en este sentido.
En un fragmento de dicha obra, Peirce anuncia: “algunos filósofos han imaginado que para comenzar una investigación sólo era necesario formular una pregunta o escribirla en papel; ¡e inclusive nos han recomendado que comencemos nuestros estudios cuestionándonos todo! Pero el mero hecho de poner una proposición en forma interrogativa no estimula la mente a ninguna lucha en pos de la creencia. Debe existir una duda real y vital, y sin todo esto la discusión es ociosa”.[11] Estas palabras hacen explícita alusión al método de Descartes, quién en su Discurso se hallaría más predispuesto a presentar una linda retórica y sacar a relucir su incipiente ingenio ante las autoridades académicas de la época que a proponer un verdadero método científico.
En “Algunas Consecuencias de Cuatro Incapacidades” se encuentra otro párrafo que discurre en el mismo sentido: “no finjamos dudar en filosofía lo que no dudamos en nuestros corazones”[12].
Las “dudas” planteadas por Descartes, lejos de ser verdaderas dudas filosóficas que gocen de profundidad conceptual, representan un intento de manifestar su capacidad analítica en función de un objetivo mucho más personal: impresionar con su verborragia y sagacidad a las autoridades académicas de turno. “No podemos comenzar con una duda completa”[13], afirma Peirce, puesto que es menester partir de algunas creencias primeras para poder arribar a algún conocimiento posterior: “el objeto de razonar es encontrar, a partir de la consideración de lo que ya conocemos, algo más que no conocemos. Consecuentemente, el acto de razonar es bueno si es tal que nos da una conclusión verdadera a partir de premisas verdaderas, y no de otra manera”.[14]
Aclarado este aspecto (la necesidad de premisas como punto de partida) y prosiguiendo con el hilo del razonamiento planteado, surge un nuevo interrogante:[15] ¿cuál es el punto de partida del razonamiento cartesiano? ¿Será refutable? Para saberlo, continuemos con la exposición.
En el mismo texto, Peirce agrega: “hay muchos hechos que el cartesianismo no sólo no explica sino que vuelve absolutamente inexplicables, a menos que decir que “Dios los hace así” sea visto como una explicación.”[16]
La crítica nietzscheana, abordada en la introducción del presente trabajo, discurre en este sentido: justificar todo un sistema de pensamiento con una solución metafísica torna irracional el razonamiento planteado. Recurrir a Dios como explicación de todo aquello que no sabe como explicar es un recurso típico de los seres humanos, pero resulta inaceptable en el ámbito del discurso filosófico científico.
“Pues no siendo Dios falaz, se sigue necesariamente que no estoy equivocado en esto”[17] es una de las frases finales que Descartes ofrece en sus Meditaciones Metafísicas, acentuando el carácter religioso de su “razonamiento”. Dios no es criterio científico de evidencia, puesto que aceptar esa premisa significaría caer en una postura de corte escolástico o retroceder siglos en la historia del pensamiento humano revirtiendo el famoso paso del mito al logos realizado en la Grecia antigua por los primeros filósofos[18]. Lamentablemente, Descartes no tuvo la oportunidad de que Nietzsche le soplara al oído “Dios ha muerto”, para que, aunque sea, Descartes pudiera haber sospechado la posibilidad de que Dios no exista.
En el Establecimiento de la Creencia Peirce agrega: “el criterio cartesiano (…) se reduce a esto: “Cualquiera sea aquello de lo que yo esté claramente convencido, es verdadero””[19]. En este punto podemos realizar un entrecruzamiento con lo ya denunciado por Wittgenstein: “si yo soy la única autoridad nunca sabré si me he equivocado o no: ¡lo que sea que piense, va a ser correcto, justamente porque soy la única autoridad en la materia!”[20]
No podemos nosotros mismos, a partir de nuestra subjetividad, elaborar criterios de verdad, pretendiendo que nuestra individualidad se convierta en una norma para los demás. Esta crítica estaría más direccionada hacía los cartesianos que nunca entendieron realmente a Descartes, que hacia el propio Descartes (ver página 4).
“La filosofía debería imitar a las ciencias exitosas en sus métodos. (...) Sus razonamientos no deberían formar una cadena que sea más fuerte que su eslabón más débil, sino un cable cuyas fibras pueden ser finas, siempre y cuando sean suficientemente numerosas e íntimamente conectadas”.[21]
En este punto, Peirce no sólo ataca contra Descartes sino que su crítica puede hacerse extensiva a toda la filosofía: es necesario un criterio uniforme, un método único que permita que la filosofía presente un cuerpo coherente de saberes críticamente fundados e interrelacionados entre ellos. De nada sirven los conocimientos aislados, los razonamientos dispares, las pretensiones dogmáticas que esterilizan al saber filosófico.
Finalizando su texto “Algunas Consecuencias de Cuatro Incapacidades” Peirce propone cuatro negaciones básicas de los postulados cartesianos. A continuación y finalizando esta sección del trabajo, analizaremos brevemente cada uno de ellos, relacionándolos con los postulados básicos de la teoría materialista de la Psicología Social.

1. No tenemos poder de Introspección, sino que todo el conocimiento del mundo interno se deriva por razonamiento hipotético de nuestro conocimiento de hechos externos.[22]
Si concordamos en que el ser social determina la conciencia[23], el proceso de introspección no es más que una investigación realizada sobre las estructuras sociales internalizadas en la propia conciencia. Lo que podemos llegar a conocer dentro de nosotros es una apropiación instrumental de las relaciones dialécticas acaecidas entre el contexto socio histórico y nuestra subjetividad.

2. No tenemos poder de Intuición, sino que cada cognición está lógicamente determinada por cogniciones previas.[24]

Hablar de intuición es cometer un error: lo que consideramos “intuición” no es más que un proceso de relación de las experiencias previas y sus pertinentes cogniciones con las nuevas experiencias que se presentan ante el sujeto (cada suceso nuevo se significa de acuerdo a las matrices internalizadas que ya posee el sujeto).

3. No tenemos el poder de pensar sin signos.

En este punto, la posición de Peirce se acerca un poco al giro lingüístico propuesto por Wittgenstein: no podemos pensar sin lenguaje (conjunto ordenado de signos), por lo que resulta imposible despojarse de todo saber previo para poder “razonar” al mejor estilo cartesiano.

4. No tenemos el concepto de lo absolutamente incognoscible.

Para Peirce, no hay nada que no pueda llegar a conocerse y, por lo tanto, no hay saber que pueda fundamentarse en nociones metafísicas o esencialitas (como recurrir el concepto de Dios, por ejemplo)
Con todo, la exposición resulta suficiente como para arrojar algunas conclusiones. Veamos cuales son.

Conclusión: Cogito, ergo refutum

A lo largo de las líneas precedentes, se intento graficar, a grandes rasgos, los principales conceptos de las teorías de Ludwig Wittgenstein y su giro lingüístico y la postura falibilista de Charles Sanders Peirce, ambos enmarcados dentro de las posturas anticartesianas.
Con lo expuesto, resulta evidente la claridad de los conceptos planteados por ambos, pero el modelo de Peirce es el que posee mayores argumentos, mejor justificados teóricamente y mayormente profundizados en contra del Método de Descartes.
Descartes, el padre del Racionalismo moderno, sentó las bases para su propia refutación: si se “razona” su teoría racionalista, se acaba por refutarla.
Un gran legado histórico de pensamientos filosóficos se alinean dentro del pensamiento cartesiano: “la filosofía de Descartes fue enormemente influyente en la teoría del conocimiento posterior, ya se trate de empiristas, racionalistas o kantianos. No resulta una exageración decir que toda la filosofía de la modernidad tiene la impronta de algunas de las ideas básicas de Descartes”.[25]
Sin embargo, el cartesianismo debe ser muy bien analizado, críticamente “racionalizado” para evitar caer en posturas solipsistas o reduccionistas de la verdad.
Apelando al humor y la ironía, Descartes debería haber redactado sus cuatros grandes principios de la siguiente manera:
1- No recibir jamás por verdadera cosa alguna que por medio de la evidencia no la pudiera establecer como tal, a excepción del lenguaje, los dogmas religiosos, las creencias básicas para llevar a cabo todo conocimiento, etc…
2- Dividir cada una de las dificultades en cuantas partes fuere posible y en las que sean requeridas para su mejor resolución, o… hasta dónde el ingenio alcance.
3- conducir ordenadamente los pensamientos, empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo poco a poco, procediendo por grados, hasta el conocimiento de los más complejos, para arruinar todo el proceso justificando Metafísicamente el análisis en la Divinidad de Dios.
4- Hacer en todos los pasos anteriores unas recensiones tan completas y unas revisiones tan generales, que llegase a estar seguro de no haber omitido nada… nada que no me convenga omitir.

La conclusión, elaborada por Wittgenstein, Peirce y yo: cogito, ergo refutum. Es decir: pienso, luego refuto.
La razón refuta al Racionalismo Cartesiano Metafísico.

JUAN PABLO ALBA
NOTAS:

[1] NIETZCHE, Friedrich. El Ocaso de los Ídolos. Ed. Gradifco. Pág. 58.
[2] LORENZANO, César. Teoría del Conocimiento, Módulo IV, Unidad I.(Apuntes de cátedra)
[3] LORENZANO, César. Teoría del Conocimiento, Módulo V, Unidad I.(Apuntes de cátedra)
[4] En este aspectos se tomarán algunos aportes realizados por el Materialismo Histórico así como también parte de los postulados de la Psicología Social.
[5] DESCARTES, René. Discurso del Método. Ed. Gradifco. 2003. Pág. 28
[6] La idea de la imposibilidad de despojarse de todo prejuicio será analizada en profundidad más adelante.
[7] Afirmación realizada siguiendo las teorías psicosociales de la lingüística rusa, planteada por autores como Voloshinov y Gorsky, entre otros.
[8] LORENZANO, César. Teoría del Conocimiento, Módulo IV, Unidad I.(Apuntes de cátedra)
[9] DESCARTES, René. Discurso del Método. Ed. Gradifco. 2003, Pág. 17
[10] La “Lingüística Materialista” persigue la sentencia de Karl Marx efectuada en el conocido “Prólogo a la Contribución de la Crítica a la Economía Política” de Engels, que enuncia “el ser social determina la conciencia”.
[11] LORENZANO, César. Teoría del Conocimiento, Módulo V, Unidad I.(Apuntes de cátedra)
[12] Ídem anterior.
[13] Ídem anterior.
[14] Ídem anterior.
[15] ¿No es acaso fascinante la Filosofía? De una certeza surge una duda, y de esa duda una nueva certeza, y así sucesivamente. ¡Maravilloso!
[16] LORENZANO, César. Teoría del Conocimiento, Módulo V, Unidad I.(Apuntes de cátedra)
[17] DESCARTES, René. Meditaciones Metafísicas. Ed. Gradifco. 2003, Meditación Sexta, Pág. 158
[18] “Toda religión se funda en una cosmogonía originaria, basada en un mito fundacional que ordena y significa el mundo”. Tomado de ELIADE, Mircea. Lo Sagrado y lo Profano. Ed. Paidós.
[19] LORENZANO, César. Teoría del Conocimiento, Módulo V, Unidad I.(Apuntes de cátedra)
[20] Se sugiere ver las páginas 3 y 4 de la presente monografía.
[21] LORENZANO, César. Teoría del Conocimiento, Módulo V, Unidad I.(Apuntes de cátedra)
[22] Ídem anterior.
[23] Ver “Lingüística Materialista” (Nota al pie Nº 10)
[24] LORENZANO, César. Teoría del Conocimiento, Módulo V, Unidad I.(Apuntes de cátedra)
[25] LORENZANO, César. Teoría del Conocimiento, Módulo IV, Unidad I.(Apuntes de cátedra)